César Lumbreras
El porcino español
El sector español del porcino de capa blanca se ha convertido en puntero a nivel mundial, desbancando a otros como el francés que se han quedado muchos pasos por detrás. A ello han contribuido los avances en genética y otras actuaciones que se han traducido en una mayor competitividad. Ahora se ha dado otro paso en la internacionalización del mismo, ya que a finales de la semana pasada se ha conocido que México ha autorizado la entrada de carne fresca de cerdo procedente de España en su territorio. Se cierra así un proceso que comenzó hace varios años y que se fraguó en noviembre de 2014 con la visita de una delegación de técnicos y representantes del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria a nuestro país, con el objeto de comprobar los sistemas de control oficial en mataderos, salas de despiece e industrias cárnicas españolas. Somos, después de Dinamarca, el segundo país de la UE en tener acceso al mercado de México. España exporta actualmente carne y productos del porcino a 104 países, de los cuales 49 requirieron un acuerdo institucional.
En los últimos meses se ha registrado una recuperación de los precios del porcino de capa blanca después de la crisis que hubo a finales de 2015 y en el primer trimestre de 2016. Las cotizaciones se encuentran ya por encima de los costes de producción. A esta «reanimación» del mercado han contribuido de manera decisiva el incremento de las exportaciones, especialmente a China, que se ha convertido en una buena alternativa al cierre del mercado ruso que se produjo hace más de dos años y medio. Queda claro, una vez más, que el futuro del porcino español pasa por los mercados exteriores.
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