Política

Alfonso Merlos

El «probe» Arturo

El «probe» Arturo
El «probe» Arturolarazon

¡Ay! ¿Qué le estará pasando al probe Arturo? Que se siente incomprendido, desatendido, aislado en sus demandas, en sus arbitrariedades y sus caprichos. ¿Qué le pasa? ¿Quién tiene el remedio para sacarle de su depresión y su tristeza? Está claro que Rajoy no. ¡Qué mal cabeza de familia, qué desagradecido el presidente del Gobierno!

Son para reír si no fuese porque en realidad no pueden más que mover a la risa las quejas y lamentos de este jefe de ejecutivo regional que tantos disgustos nos está dando (¡aaayyy...!). ¿Qué significa que desde La Moncloa no se escucha y no se responde y no se está a lo que piden los catalanes? ¿Sabe Artur Más exactamente cuáles son esas prioridades, lo que quieren sus conciudadanos, dónde se sitúan sus necesidades? Dejémonos de películas. Y, sobre todo, dejemos de una maldita vez el victimismo y vayamos a la realidad de los hechos. Y esa verdad sobre la relación de España con una de sus partes es la que retrata a la perfección el último informe de FAES, tal y como anticipa LA RAZÓN.

Naturalmente las hostilidades y la crispación no convienen a nadie. Se mire por donde se mire. Socialmente, económicamente... ¡Ná de ná! Y por eso hay una obligación colectiva, ética, de responder a cada una de las patrañas que salen de la Generalitat con datos tozudos, con hechos incontestables, con argumentos que hagan ver hasta a los ciegos aquello que deslumbra. Esto es, la necesidad y la conveniencia de trabajar todos juntos, sin desmayo y con ilusión, por un país mejor. En el que no haya sitio para las trincheras. Ni para los bulos. ¡Atienda, Don Artur, atienda!