El rastro

Fatalidad es que al masticar Rafa Nadal una aceituna se rompa una muela... Mientras compite en Roland Garros. Y, sin embargo, la molestia no le impidió ganar la final a Stan Wawrinka, quien, puesto a morder, prefirió una pelota. Y no comió cerillas porque no las tenía a mano. No es casualidad que Hacienda te pille con el carrito del «helao» si no has hecho los deberes del contribuyente. De los 2,1 millones de euros que cobró Rafa por ganar el torneo, cotizó la parte correspondiente en Francia y el resto lo tributó en España. Lo que viene a ser el 48 por ciento del premio entre ambos desembolsos.

No ha sido un capricho del azar que a Mourinho, ese ejemplo de pureza, principios y valores... soberbia, arrogancia y mala educación, le denuncie la Fiscalía Provincial de Madrid por defraudar más de tres millones de euros, correspondientes a los famosos derechos de imagen de los años 2011 y 2012.

La trapacería de Mou, o, mejor dicho, de los asesores fiscales del entrenador que, tal vez, gestionan también los famosos derechos de imagen de Cristiano, Coentrao, Falcao, James, Pepe y Carvalho, todos ellos representados por el superagente Jorge Mendes, llegó hace cuatro años a nuestros oídos como un susurro, apenas un hilo de voz de una garganta tan profunda que sólo aportaba sospechas, hoy más ciertas que la muela del juicio. Aquellas tenues señales de alarma hoy retumban cual concierto de Metallica. Bastaba seguir el rastro que dejaban algunos clientes del superagente para que terminaran cayendo, como caen las aceitunas al varear.

El 12 de junio de 2013 trasciende la acusación contra Messi y su padre por evasión de impuestos. La bola corre por los bufetes y algunos toman partido como si se tratara de un clásico. «Caerán más jugadores del Barça... Y del Madrid». Dicho y, al cabo de los cuatro años, hecho.