China
El reto es China
La retirada de EE UU del Acuerdo de París ha multiplicado las críticas contra Trump por comprometer el futuro del planeta. Y aunque la actitud del republicano pudiera ser equiparada a la del gorrón que se niega a subsanar su parte de responsabilidad en la generación de externalidades negativas globales, lo cierto es que, si de frenar la emisión de CO2 se trata, el gran reto para las próximas décadas no lo constituye EEUU, sino India y, sobre todo, China. Primero, el principal emisor de CO2 hoy es China, no EEUU: el país asiático vertió en 2015 10.357 millones de toneladas de CO2, casi el doble que las 5.414 de EEUU. Segundo, desde que se suscribiera el Protocolo de Kyoto en 1997, las emisiones globales de CO2 han aumentado en 12.194 millones de toneladas anuales: el 57% de las mismas se debe a las mayores emisiones de China, las cuales se han más que triplicado; en cambio, EEUU las ha recortado desde entonces en más de un 5% a pesar de no haber suscrito Kyoto. Tercero, es lógico que China sea tanto el principal emisor de CO2 cuanto el país que más ha disparado esas emisiones: se trata del Estado con mayor población y también una de las economías que más se ha desarrollado durante los últimos años. De hecho, su eficiencia energética en términos de CO2 ha mejorado sustancialmente: en 1997, China emitía 1,1 kilogramos de CO2 por unidad de PIB frente a los 0,6 kilogramos que vierte hoy. EEUU también ha mejorado su eficiencia en ese período: desde los 0,6 kilogramos por unidad de PIB a los 0,4. Cuarto, a medio plazo, es muy posible que EEUU siga mejorando su eficiencia energética en términos de CO2 a pesar de haberse marchado del Acuerdo de París: la revolución del fracking está permitiendo reemplazar fuentes energéticas muy contaminantes (carbón) por fuentes energéticas algo menos contaminantes (gas); además, la inversión privada en renovables avanza cada vez más rápido. Y quinto, la gran amenaza de futuro se halla en China e India: si ambos países mantuvieran su eficiencia energética actual y alcanzaran el nivel de renta per cápita europeo, sus emisiones anuales crecerían en 27.400 millones de toneladas: un 75% más que los niveles globales actuales; en cambio, si EEUU redujera sus emisiones a cero, apenas disminuiría las emisiones globales un 15%. El reto, pues, es lograr que China e India sigan creciendo con mucha más eficiencia energética.
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