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Toni Bolaño
El sorpasso
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Las encuestas abren la posibilidad al PP de dar el «sorpasso» a los socialistas en Cataluña. Eso que hace años era sólo una utopía inalcanzable ahora, según las encuestas, puede convertirse en realidad. Alicia Sánchez-Camacho puede alcanzar el 26-N la categoría de jefa de la oposición. Artur Mas le ha puesto la posibilidad en bandeja de plata. No conseguirá el premio gordo, la mayoría absoluta, pero conseguirá el de consolación, hundir al socialismo catalán.
La crisis endémica del PSC se ha visto agravada por un adelanto electoral que lo ha pillado con el paso cambiado y ha abierto las puertas al «Eldorado» popular. Apuestan por el federalismo que no es más que el derecho a la diferencia pero sin diferencia de derechos. Así de sencillo pero así de complicado. En un debate de fuego cruzado en el que se entremezclan argumentos de razón y corazón es difícil mantener una alternativa equidistante. El PSC intenta nadar en un mar de aguas turbulentas pero además se enredan con el ancla, apostando por un derecho a decidir que una buena parte de sus electores no entiende.
Así las cosas, los populares se han volcado en la campaña. Solamente el ascenso de ERC puede enturbiar sus aspiraciones. La plana mayor encabezada por Rajoy sabe que se la juega. Un buen resultado puede poner coto a la loca carrera hacia la independencia de Mas. Puede obligarlo a negociar. Sánchez-Camacho hace pocos días hablaba de Cataluña como «una autonomía diferenciada». Todo un eufemismo que se acerca al federalismo, sin nombrarlo, que puede contar con la complicidad de unos socialistas que después del 25-N van a entrar en la centrifugadora. En Cataluña seguro, pero también en España. Por mucho que Rubalcaba intente aferrarse al sillón. Los socialistas ante un nuevo desastre no tendrán más remedio que, no sólo replantearse políticas, sino también el propio partido. Eso, en Román Paladino, se define como refundación.
Carme Chacón está dando la cara en esta campaña. Rubalcaba no tanto. Los militantes se lo reconocen en forma de muestras de afecto. Cuando vienen mal dadas se agradece que no te abandonen. La dirigente catalana está manejando bien los tiempos y se está posicionando sin prisa pero sin pausa. Si se produce el «sorpasso» popular, el PSC y el PSOE quedarán reducidos a cenizas. Será el momento del Ave Fénix.
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