Restringido

¿Elecciones a qué?

La candidata del PSOE ya esta en campaña. Elena Valenciano quiere llevar a su partido a la victoria el próximo 25 de mayo y aprovecha que en el PP todavía no saben/no contestan sobre quién encabezará la lista al Parlamento europeo. Lo cierto es que el descriptible entusiasmo ciudadano ya se nota en las calles ante unos comicios que a la gran mayoría les importa un pito, entre otras cosas porque todavía estamos esperando que alguien explique para qué sirve ese Parlamento al que se le considera un chollo por los sueldos, dietas, viajes y el escaso resultado del trabajo de sus señorías comunitarias. Los codazos para entrar en las listas no es nada nuevo, y no han sido pocos los descolgados de la política interna de cada uno de sus países que llevan años disfrutando de ese exilio dorado a tiempo parcial. Si no fuera porque hay gente que tiene ganas de darle un capón al Gobierno de Mariano Rajoy, a Rubalcaba y su incapacidad para que su partido recoja los votos de los descontentos y en general a las dos grandes formaciones nacionales, las urnas del 25 de mayo estarían prácticamente vacías. Tampoco es que vayan a estar muy llenas y hay entre los politólogos nativos quien asegura que la abstención puede llegar a rozar el setenta por ciento. No hace falta encargar una encuesta para saber que una mayoría notable de españoles piensa que seguirá siendo Alemania quien dicte la política de la UE, que la burocracia de Bruselas seguirá creciendo en gasto y no en eficiencia, y que además en asuntos tan graves como la presión migratoria en Ceuta y Melilla, la Comisión mira hacia otro lado cuando no incordia como la comisaria de Interior con la inestimable ayuda de la demagogia e irresponsabilidad de la izquierda española que no ha tenido empacho alguno en dejar a la Guardia Civil a los pies de los caballos. Así que nadie se extrañe si el 25 de mayo la pregunta más repetida sea la de ¿elecciones a qué?