Irene Villa

Emotivos reconocimientos

La Razón
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El pasado lunes, en la Gala de la Asociación de la Prensa Deportiva Madrileña (APDM), asistimos a un sentido homenaje a mi querido Gaspar Rosety, que nos dejó el pasado 6 de marzo a los 57 años. Su voz, tan personal, profunda y cautivadora, quedará por siempre. Su extraordinario y auténtico talante, sus emocionantes palabras, su arrolladora personalidad, sus geniales ideas, pero sobre todo su enorme corazón, dejan una huella imborrable. También recordaron a quien es ya toda una leyenda del fútbol, Johan Cruyff.

El Rayo Vallecano fue el primer galardonado por su labor social, también Pablo Laso, mejor técnico, y el Real Madrid de baloncesto, mejor equipo, la Liga de fútbol, el Atlético Féminas (¡y que sean muchos más!), el Mutua Madrid Open, como el mejor evento deportivo o el veterano periodista José Ángel de la Casa (sus palabras dirigidas a Gaspar también nos llenaron los ojos de lágrimas), por su trayectoria, entre otros.

Pero permítanme que me detenga en el premio a la superación deportiva. Para mí fue absolutamente revelador y esperanzador que una chica con una lesión medular tan reciente, apenas dos años, se haya convertido en una medallista paratriatleta. Se llama Eva Moral y en una carrera, bajando en bici un puerto de la Sierra de Madrid, chocó contra un quitamiedos a causa del barro y cayó a un barranco de siete metros. Perdió la movilidad de sus miembros inferiores, pero dice su padre, «salvó la vida». Siempre podemos hacer una lectura positiva de lo que sea, y ésa será la forma más beneficiosa, productiva e inteligente de afrontar lo que venga. Eva ha demostrado que en el dolor, especialmente una vez superado, puede estar la semilla de la alegría, si no te rindes y, lo más importante, que el deporte hace que nuestros límites desaparezcan. Ejemplos como el suyo nos ayudan a todos, porque vamos atravesando peregrinaciones a lo largo de la vida, vivimos nuestro particular calvario y también nuestras derrotas, pero si conseguimos no sucumbir, sino crecer y aprender, conseguimos convertir las caídas en oportunidades.