Julián García Candau

Estrella emblemática

Ha vuelto el hijo pródigo y el padre Bernabéu lo ha recibido con los brazos abiertos. No fue en este caso el regreso de la oveja descarriada, de quien merecía nueva oportunidad. Salió del club casi de tapadillo, pero sin dejar otras huellas que no fueran las de una dedicación profesional ejemplar. Fue jugador que dio brillo al club tanto en Liga nacional como en torneos europeos.

Fue, durante su estancia en el Madrid, la imagen triunfadora, el jugador que luchaba siempre como un principiante. Lo mejor tal vez del historial de Raúl fue el hecho de que persiguió la victoria con afanes propios de quien siempre está en busca de la gloria. No obstante, tuvo alguna temporada en que el cambio de posición le hizo perder capacidad para salir al rescate. Incluso en estos momentos la afición supo que podía esperarle.

El club ha sabido aguardar la oportunidad para brindarle el homenaje que le debía. Aprovechar el Trofeo Bernabéu ha sido en ocasiones la oportunidad para decir adiós a algún jugador de trayectoria brillante. Ahora, el partido ya se disputa cuando la Liga ha comenzado y parece encuentro de forzada programación. Antaño era la presentación del equipo y sus nuevas estrellas. El Madrid de este año tiene la gran novedad de Carlo Ancelotti en el banquillo. La estrella de la temporada, el gran contrato, no ha llegado aún.

Ayer habría sido ocasión para que la despedida coincidiera con la llegada del galés Bale. Esta se hace esperar. Las relaciones con el Reino Unido no son ahora las mejores. Hasta en el fútbol hay tensiones.

Posdata. Del Bosque, deuda pendiente.