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Ahora que sabemos que Susan Sarandon va a dirigir porno para mujeres, amigas, llegan a España las fiestas sexuales para hembras con alto poder adquisitivo. Mecachen la mar, con lo bien que íbamos hasta ahora y hemos volcao. Anoche, y en Madrid, una empresa que se dedica a organizar orgías elegantes inauguraba algo que, quién sabe, se puede convertir en un auténtico fenómeno en España, como ya sucede en otros países de nuestro entorno. La cosa funciona así: te metes en la web de este negocio, mandas tu foto, tu estado civil, tus medidas, tu peso y tus estudios. A partir de ahí, la administradora de cada zona revisa tu perfil y, si pasas el filtro, puedes conectar cibernéticamente con el resto de invitados, mandar mensajes y participar en dos chats, uno general y otro cochino. En la que se celebró anoche en Madrid hasta unas horas antes no se especificó el lugar para que la privacidad se garantice al máximo. Solo pudieron acudir parejas o chicas solteras. No se admitían hombres solteros, ni calvos, ni gordos ni mayores de cuarenta y cinco y son las mujeres las que podían elegir si solo mirar o pasar a la acción, cómo, cuánto y con quién o quiénes. La entrada costaba cincuenta euros para las chicas y si llevabas una amiga soltera pasaba gratis. Las parejas tenían que pagar ciento cuarenta euros y los móviles se dejaban en la puerta. El código de vestimenta exigía ropa elegante y se accedía al lugar tras unas máscaras. Se trata de permitir a la mujer disfrutar del sexo con el único objetivo del placer, con desconocidos, sin etiquetas y sin compromisos. Bien, llegados a este punto, hagámonos una pregunta. Una solo. Sin señores mayores de cuarenta y cinco, sin gorditos, sin rapados, sin solteros, sin conversación, sin risas y con una criba inicial en la que tienes que demostrar tu dinero y tus medidas, ¿de verdad han pensado en las mujeres?