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La Asociación de Jueces para la Democracia, a la que pertenecen casi todos los jueces inmersos en el sesgo y el sectarismo ideológico de las izquierdas patrias, ha decidido ponerse al día. La chocante asociación se dará a conocer a partir de ahora como Juezas y Jueces Para la Democracia. Un paso fundamental para juzgar con independencia y criterio. Me congratulo.

«La juez será jueza cuando la nuez sea nueza». «La juez será jueza, cuando la vez sea veza». «La juez será jueza cuando la altivez sea altiveza». Y «la juez será jueza cuando la estupidez sea estupideza». Sucede que una buena parte de los escribientes en los periódicos y los redactores de las noticias en radios y televisiones escriben y hablan de las juezas con admirable, persistente y creciente analfabetismo. Me comunica un buen amigo, presidente de la Asociación de Consumidores de Mariscos, que en su próximo congreso a celebrar en Bueu, se aprobará la normalización lingüística marisquera, con el fin de no herir las susceptibilidades feministas y modernas. De tal modo, que los percebes, los carabineros, los camarones, los centollos, los bogavantes, y los santiaguiños, serán mariscos. Y las langostas, cigalas, quisquillas, gambas, nécoras, almejas y chirlas, serán mariscas. Del mismo modo, se ofrecerán como peces los besugos, los salmonetes, los sargos, los atunes y los bonitos, y como pezas, las merluzas, lubinas, doradas, albacoras y acedías. En los establecimientos gastronómicos especializados en productos marinos, se obligará, bajo sanción por incumplimiento, a anunciar en sus cartas o menús del día bajo el epígrafe «Pescados y Pescadas» la relación de sugerencias de «Peces y Pezas» y «Mariscos y Mariscas». Como ha declarado el presidente de la secular Asociación, «si la juez es la jueza, la merluza es la peza y la langosta, marisca». Me he puesto en contacto con los responsables de la Unión Española de Floristerías, y aunque no tienen congreso pendiente, han encargado la redacción de un plan de adecuación semántica con vistas al futuro. En ese futuro, que se antoja cercano, las rosas, las margaritas, las orquídeas y hortensias mantendrán su condición de flores, en tanto que los gladiolos, los jacintos, los claveles y lirios cambiarán de acera, pasando de flores a floros. He felicitado a los responsables por su titánico esfuerzo en pos de la normalización de género en el ámbito floral, recomendándoles simultáneamente celeridad en el proceso iniciado con oportunidad y coraje por la Asociación de Juezas y Jueces para La Democracia. Tanto los mariscos y mariscas, los peces y pezas y las flores y floros están obligados moralmente a no dejar en soledad a las juezas y jueces para la democracia, porque no sería democrático ni justo cargar sobre sus espaldas la magnitud de la encomiable empresa.

En España perdemos el tiempo tontamente en cuestiones sin importancia social, y dejamos de lado lo que realmente y con urgencia, la sociedad demanda. Los españoles y españolas, los militantes y militantas de los partidos políticos, los votantes y las votantas, los habitantes de Aranjuez o de Aranjueza, los consumidores de vinos de Jerez o de Jereza, los que sufren por la viudez o la viudeza y los que ya hemos entrado en la antesala de la vejez o la vejeza, nos sentimos profundamente agradecidos a las Juezas y Jueces Para la Democracia por haber dado ese paso al frente que tanto necesitábamos los españoles y españolas para superar nuestras carencias y prioridades. Desde aquí, mi gratitud infinita.