Julián Redondo
Fantasías animadas
En el Atlético el gol es cuestión de tiempo; avanza a trompicones y sus variados rematadores no son «asesinos» del área; en el Madrid, ahora líder, la clave es la puntería, porque avasalla y alcanza el objetivo con tanta facilidad que Cristiano, ese «killer» inmisericorde, cala el melón en un santiamén (0-1, 1’40’’). Luego, con la calidad que les caracteriza, James (dos veces) y Benzema redondean la faena hasta que el equipo, seguro entonces de la victoria (0-4), reduce la presión y permite que Casillas justifique el sueldo.
Sin aspavientos, el Madrid pasó por encima del Granada, justo lo que Caparrós temía. En el primer tiempo llevó la iniciativa y conservó el balón, lo poseyó. Con Isco, James, Modric, Kroos, Cristiano y Benzema, ofreció un cortometraje de fantasías animadas, mezcla de las Merrie Melodies de la Warner y de aquello que vio Valdano en Romario. Y mediante combinaciones interminables, en lugar de contragolpear al uso, contraatacó a Xavi. Y así hasta el cuatro a cero final.
Al Atlético, alocado y descolocado en demasiadas fases del partido del Calderón, más tardoefectivo que fantasioso, le costó 43 minutos descubrir un túnel en la portería del incómodo Córdoba, y gracias a que el disparo de Griezmann, a continuación de un recorte de lujo, lo desvió un zaguero a la red. La gala del Calderón terminó 4-2 y el argelino Ghilas se coló en la fiesta.
Con Piqué en la grada y el tridente sobre el verde mate del Camp Nou, el Celta, aliado con el larguero y resguardado por Sergio Álvarez, resistió y venció. Dos derrotas seguidas del Barça con Luis Suárez; puede que no sea gafe; pero seguro que no es talismán.
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