María José Navarro

¡Fuerza Tigre!

Señores, se me ha lesionado Falcao y tengo un disgusto grandísimo. Y eso que ya no juega en el Atleti y que se nos fue por dinero a Mónaco, que es un sitio bien feo rodeado de sitios preciosos cuyo único aliciente es que los ricos pagan impuestos ridículos. A mí Falcao me ha dado pena desde que se fue de Madrid, fíjense Vds. Una siempre tuvo la sensación de que Radamel estaba aquí la mar de contento hasta que su empresa, aparentemente no el Atleti sino un fondo de inversión, le destinó a otro sitio. Ahora no se estila «destinar», pero a Falcao le destinaron como a los funcionarios de correos; de hecho se fue tristón, con cara de cartero gaditano al que mandan quince años a Aguilar de Campoo. En el Calderón le cogimos mucho cariño a Rada por habernos llenado el casillero de goles y la grada de colombianos, pero, sobre todo, por haberse dejado el alma en cada partido, salieran las cosas bien o salieran mal. Por más palos que recibiera o por más fallos que cometiera, nunca le vimos desfallecer y nunca, nunca, le vimos una mala cara, un mal gesto. Sabe mal que le haya dejado sin Mundial (como parece) una entrada fea en un partido contra un tercera; Falcao no se merecía quedarse sin Mundial, Colombia no se merecía ir al Mundial sin el delantero perfecto para su espectacular selección de este año y nosotros no nos merecíamos quedarnos sin ver a uno de los tipos más bravos y honrados del fútbol de hoy. Sí se merecía Falcao el precioso gesto del equipo de comunicación del Atleti nada más conocerse la noticia: #FuerzaTigre. ¡Gracias!