Juan Ramón Rallo
Guerra de OPAS por Abertis
En los mercados bursátiles cotizan acciones, es decir, títulos de propiedad sobre las empresas. Aquellos inversores que acaparan un elevado porcentaje de esas acciones terminan convirtiéndose en los accionistas –y, por tanto, en los propietarios– de referencia de esas compañías, pudiendo consecuentemente determinar sus principales decisiones estratégicas. El instrumento paradigmático para hacerse con el control accionarial de una determinada empresa es la OPA, es decir, la Oferta Pública de Adquisición de tales acciones.
Un inversor (normalmente, un fondo o una gran empresa) comunica públicamente al mercado su intención de adquirir todas las acciones de una compañía a un determinado precio y, acto seguido, los actuales accionistas deciden si vendérselas o no.
Que se anuncie una OPA suele ser, por lo general, una buena noticia para los accionistas afectados: a la postre, disponer de la opción de vender tus títulos a un precio habitualmente superior al de mercado permite en numerosos casos obtener suculentas ganancias financieras. Sin embargo, la situación ideal para un accionista no es que se anuncie una sola OPA, sino que se entre en lo que se conoce como una guerra de OPAs, esto es, que haya más de un gran inversor peleándose al mismo tiempo por comprar las acciones de una determinada empresa.
Y esto es justamente lo que está sucediendo en estos momentos con la empresa concesionaria española Abertis. A la gestora de infraestructuras le han salido dos pretendientes al mismo tiempo. Por un lado, la italiana Atlantia y, por otro, la española ACS (a través de su filial Hochtief). La primera presentó su OPA allá por el pasado mes de junio, ofreciendo entonces un valor de 16,5 euros por cada acción de Abertis.
La oferta implicaba valorar a la empresa española en 16.300 millones de euros y no resultaba particularmente generosa. Lejos de ofrecer un sobreprecio para inducir a los accionistas de Abertis a vender sus títulos, los italianos se contentaron con anunciar su intención de comprar la empresa a su valor de mercado por aquel entonces. Es decir, el accionista de Abertis que acudiera a la Oferta Pública de Adquisición de acciones podía conseguir aproximadamente lo mismo que vendiendo las mismas a cualquier otro inversor diferente.
Sin embargo, la poco generosa OPA de Atlantia sí sirvió, al menos, para despertar el interés de ACS y de esta forma, ayer, la compañía presidida por Florentino Pérez comunicó su intención de comprar Abertis a un precio de 18,76 euros por acción (suma, además, pagadera en efectivo). Esto es, la constructora ACS está valorando Abertis en más de 18.500 millones de euros, según la oferta presentada en el día de ayer.
Claramente, pues, se trata de una oferta mucho más atractiva para el accionista que la realizada con anterioridad por la italiana Atlantia (paga un 13,6% más por acción). Ahora sólo cabe esperar y ver si Atlantia decide mejorar su oferta inicial, subiendo aún más el precio de la OPA, o si finalmente tira la toalla, al decidir no hacerlo. Al final, el más beneficiado con el resultado será el accionista suceda lo que suceda.
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