Alfonso Merlos

Humareda revanchista

La Razón
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¡Claro que sí! Podemos, contra Santiago Bernabéu y Salvador Dalí. Por el tufo franquista y/o falangista de aquellos dos artistas. Con un par. Porque para la izquierda antisistema, lo primero es lo primero. Está claro. Pero ¡¿qué clase de broma es ésta?! ¿Volvemos a los juegos de siempre? ¿Toca poner en primera línea de la agenda política el revanchismo, el cainismo, el revisionismo?

¿Dónde queda la situación de emergencia social en la que el Partido Popular –según estos salvapatrias– había metido a España? ¿Ya ha arreglado Carmena los desahucios? ¿Ya nadie pierde su casa o negocio en la capital? ¿Qué ocurre con la pobreza y la precariedad? ¿Ya ha concluido la lucha de la jueza, y todos los vecinos de Madrid disfrutan por tanto de confort y bienestar en su día a día?

Es una pena. Pero se veía venir. La gestión pública consiste esencialmente en el ejercicio de priorizar. En lo más alto, lo que toca de lleno y de forma inmediata al interés general. Más abajo, lo discutible, lo prescindible, lo periférico en el catálogo de preocupaciones de la ciudadanía. Pero los chicos de las camisetas moradas han empezado al revés. Como no hay soluciones sencillas para los problemas complejos, no está de más trazar una cortina de humo. Y con la memoria histórica hemos topado.

¿Quiénes serán ahora los distinguidos con el honor de una placa en plazas y calles, en colegios o bibliotecas, en centros polideportivos? ¿Chávez, Maduro, el Ché, los ayatolás iraníes Dejen a un lado las simplezas y gobiernen. Por favor, gobiernen.