Elecciones Generales 2016
La operación «acabar con Rajoy»
La izquierda tiene una concepción patrimonial del poder. No llevó bien que gobernara UCD y cuando pudo desató una campaña brutal de descalificación personal de los dirigentes centristas y, especialmente, de Adolfo Suárez.
Con Fraga fueron inmisericordes y eso que no consiguió ganar a Felipe González. La derrota del 96 la llevaron mal, muy mal, porque Aznar venció al icono de la izquierda. Esperaron su oportunidad en la segunda legislatura para convertirlo en el paradigma de todos los males.
La memoria es frágil pero la hemeroteca no tanto y es fácil rescatar cómo se emprendió una campaña para impedir que el PP ganara las elecciones de 2004. Las herencias socialistas son demoledoras en el terreno económico, como se comprueba acudiendo a la frialdad de los datos que aporta la Contabilidad Nacional en 1996 y 2011. A pesar de ello, los socialistas no tienen ningún rubor a la hora de utilizar la economía para atacar al adversario.
La legislatura de 2012 a 2016, porque las elecciones del 20 de diciembre de 2015 han sido simplemente un prólogo del 26-J, desató todos los ataques de la izquierda política y mediática contra el PP. Ha sido una campaña pertinaz e inmisericorde donde Rajoy ha sido el blanco principal con las habituales descalificaciones personales que siempre utilizan.
La necesidad de impedir el colapso de la economía española y la consiguiente la intervención de la UE obligó a tomar duras medidas y recortes. A esto se unió los casos de corrupción que afectaron al PP que fueron la oportunidad para emprender esa campaña de demolición donde se exageraba lo que afectaba a este partido y se minimizaban los que protagonizaban los socialistas.
A pesar de todo ello, Rajoy ganó las elecciones del 20-D, aunque con una mayoría insuficiente, y las encuestas muestran que volverá a hacerlo el 26-J. Mientras tanto, el PSOE sigue retrocediendo como consecuencia de su política incoherente y errática. En este sentido, podría convertirse en la tercera fuerza y ver cómo Podemos lidera la izquierda algo que no ha sucedido con Ciudadanos con respecto al PP. Un sector muy influyente del PSOE, comunicadores y tertulianos así como algunos grupos muy poderosos coinciden con Ciudadanos en el objetivo de desplazar a Rajoy después de las elecciones como víctima propiciatoria para apoyar la formación de un gobierno.
A estas alturas han asumido que la suma entre el PSOE y Ciudadanos, su fórmula favorita, no es suficiente para gobernar por lo que el PP, que resiste a pesar de todo, tendrá que ser el eje vertebrador de una mayoría parlamentaria. Por tanto, el PSOE, una vez que aparte a Sánchez, pedirá la cabeza de Rajoy a cambio de una abstención.
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