José María Aznar Botella

La primera sonrisa

Mi hija de dos meses ha reído esta semana por primera vez. No ha sido una sonrisa reflejo, como la de las primeras semanas, ha sido risa con volumen, carcajadas. La pediatra dice que está empezando a socializar, yo creo que no tiene ni idea. Semejante euforia sólo se explica para festejar la semana de éxitos que ha tenido España.

Mi hija se ha enterado de que la Unión Europea va a permitir a la generación de sus padres y abuelos dejar a la suya 60.000 millones más de deuda de lo previsto. Imagínense su alegría. Se acabó el paripé, el rigor fiscal ha durado tanto como la presión de los mercados y la Unión Europea. ¡Para qué nos vamos a enfrentar a los problemas de hoy cuando se los podemos pasar a nuestros hijos!

El gozo de mi niña no ha terminado ahí, cuando se enteró del pacto de Estado para gastar más dinero público sin que cuente se puso como loca. Esto es maravilloso. El Gobierno ha dado con la tecla que seduce a los socialistas. Para éstos gastar el dinero de los demás es como heroína, les gusta hasta en la oposición, y la perspectiva de gastar sin que además cuente es irresistible. El dinero es para atacar el problema del paro juvenil, que como todo el mundo sabe se arregla con más gasto público

El problema es que, como hemos conocido esta semana, nos estamos quedando sin dinero. Resulta que a pesar de subir impuestos ha bajado la recaudación. Algunos brillantes y muy mediáticos economistas deben de estar en estado de shock. No se sabe si por este o por otro motivo, el Gobierno ha añadido a su plan de anuncios de reformas, el anuncio de una reforma fiscal. Va a ser una reforma integral, tanto que nos vamos a tomar un tiempo para hacerla. De momento se va a formar una comision de estudio, otra. Ya se sabe el dicho, no hagas hoy lo que puedas dejar para mañana.