Francisco Marhuenda
La reforma de la UE
Durante meses escuchamos a los «expertos» asegurar que el rescate era inevitable. Con cansina insistencia hacían análisis asegurando que Rajoy no lo conseguiría. A lo largo de 2012 era habitual que incluso se anunciara la inminencia de la llegada de los «hombre de negro» que iban a tomar el control de la economía española. La izquierda política, económica y mediática lo daba como seguro, pero la realidad les desmintió. Fue un año difícil porque la herencia era una auténtica pesadilla y peor de lo que se había dicho. Ni un sólo indicador era propicio, pero Rajoy tenía una hoja de ruta muy clara así como la convicción de que España tenía y tiene capacidad para superar la peor crisis que ha vivido desde la posguerra. Es cierto que algunos aconsejaban pedir el rescate, incluso sin condiciones, pero no eran conscientes de las terribles consecuencias que hubiera tenido para nuestra sociedad. Lo sucedido en Grecia, Portugal, Irlanda y Chipre era una clara advertencia del desastre que hubiera significado, pero a pesar de ello se insistió en que Rajoy se equivocaba al no rendirse incondicionalmente. Una vez superada esta etapa, ahora se intenta quitar mérito al esfuerzo realizado y se asegura que hay otras políticas o que se tiene que sumar a las posiciones de Hollande y Letta cuando son las que mantuvo Rajoy desde que llegó al Gobierno. Es decir, reformas para recuperar la credibilidad y la competitividad pero también medidas que garanticen el crecimiento. A esto hay que añadir que Europa no puede seguir instalada en planteamientos que ahogan el futuro y que responden a posiciones equivocadas de Merkel y sus socios. Es un planteamiento coherente si se quiere recuperar la capacidad de crecimiento y salir de una crisis que no sólo afecta al sur sino al conjunto de la Unión. El rescate hubiera sido un gran desastre, como muestran los datos objetivos, pero también lo será sino se aplican las medidas que propugnan Rajoy, Hollande y Letta. Francia, Italia y España son tres de las cuatro economías más importantes de la unión monetaria y Alemania, que es la primera, necesita del concurso de ellas para avanzar. No caben ni dos velocidades ni los profundos desequilibrios que comporta la prima de riesgo. Por ello, el gran reto de este año es comenzar la reforma de la UE.
✕
Accede a tu cuenta para comentar