Julián Redondo

Lluvia de estrellas

No se trata de Perseidas, no son Lágrimas de San Lorenzo, es una lluvia de estrellas que deja huella en periódicos, emisoras de radio y televisión, páginas web y cualquier otra herramienta con capacidad comunicativa. Para colocar a un futbolista o a un entrenador en tal o cual equipo, basta con aquello de «me lo dijo el amigo de un amigo con el que coincidí en el Patio de Caballos de las Ventas». Y la bola crece. Pero hay bolas y bolas. Parece cierto que el dueño del PSG, Nasser al-Khelaïfi, ha reconocido que José Ángel Sánchez, director general del Real Madrid, le ha preguntado por Ancelotti. El jeque ha exigido respeto porque les une otro año de contrato. Y se confirma la noticia: Mourinho se irá del Madrid cuando acabe esta temporada y el club le busca sustituto, y no precisamente desde anteayer. Ancelotti forma parte del firmamento futbolístico y no alcanza el grado estelar del portugués porque no sabe venderse. Incluso podría competir con el palmarés de «Mou» con cierta ventaja. El problema es su falta de carisma, no cala.

Lo que no cuela es que si aceptara la oferta del Madrid y diera un disgusto al jeque, rompería la baraja por fichar a Pirlo, 34 años el próximo día 19. Diferente sería si su apuesta fuera por Verrati, la promesa más convincente en Italia; otro valor que añadir a la plantilla actual, ya de por sí potente; otro talento que sumar a Neymar, si es que este fichaje llega a consumarse. El Santos ya ha hablado y quiere 70 millones de euros por su parte del mirlo, el 55 por ciento. Antes de agosto lloverán estrellas.