Alfonso Ussía
Logroño
Logroño, capital de La Rioja. Bella y agradable ciudad, con un alto nivel de vida. La Rioja es la tierra en la que se abrazan los vascos, los navarros y los castellanos. Perteneció a la antigua Castilla La Vieja y ahora es autonomía uniprovincial como Asturias, Cantabria y Murcia. Su riqueza principal, el vino, que ha hecho famosa a la región en todo el mundo. Hay otra Rioja en Argentina, pero opuesta a la nuestra, la original. La Rioja de allá es provincia pobre y deshabitada, y como decía el gran Atahualpa Yupanqui, hijo de indio y de vasca, ombú y roble, «tan pobre que apenas tiene música». Lo que está claro es que las comparaciones entre las Riojas son necias. Lo peor de La Rioja argentina, su desolación. Lo peor de La Rioja española, el señor Alcalde de Logroño, un sectario inmerso en la majadería que ha ingresado con todos los honores en la «Antología Universal de Tontos con Balcones a la calle».
El señor Alcalde, cuya identidad desconozco y su militancia política me importa un bledo, ha ordenado la publicación del calendario oficial del Ayuntamiento logroñés, en el que se indican fiestas tan españolas y logroñesas como el nacimiento de Muhammad –Mahoma–, la Fiesta del Cordero y otras efemérides islámicas. Por supuesto, no figuran como fiestas ni el día de Santiago Apóstol, 25 de julio, Patrón de España, ni el de la Virgen del Pilar, 12 de octubre, Patrona de España y de la Guardia Civil. El Día de la Asunción de la Virgen María, 15 de agosto, Fiesta Grande en casi todas las localidades de España, se conmemora en el calendario como «Día de la Independencia de Pakistán». El Día de la Inmaculada Concepción, 8 de diciembre, patrona de la Infantería Española, se transforma en beneficio de la «Celebración del Colegio de Farmacéuticos». Desaparece el Miércoles de Ceniza, pero respondiendo a la clamorosa demanda de los ciudadanos de Logroño, el 25 de febrero se conmemora el nacimiento de Muhammad, de soltero Mahoma.
No tengo la fortuna de haber vivido en Logroño. Mis estancias allí han sido fugaces y profesionales. Quizá, por esa razón de peso, desconozco los pulsos sentimentales e históricos que celebran los naturales de la Capital de La Rioja. Siempre creí que, como en Jerez, el Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda, Valdepeñas, Tomelloso, Haro, Laguardia, Toro, Rueda y las localidades situadas en las Ribera del Duero, se celebraba la Fiesta de la Vendimia, no la del Cordero, tan arraigada en las sociedades musulmanas e islámicas. Ignoraba, y gracias al calendario del señor Alcalde de Logroño al fin lo he sabido, que en nuestra ciudad riojana tuviera tanta importancia el Día de la Independencia de Pakistán. No tenía puñetera idea de la cercanía sentimental de Logroño con el Colegio de Farmacéuticos, y jamás situé a la muy bella y noble ciudad en el ámbito de influencia de Muhammad, Mahoma en Canarias. Y claro está, el señor Alcalde de Logroño, siguiendo las instrucciones del odio, el resentimiento y la cursilería laicista, ha ordenado el ingreso en los calabozos municipales de los presumibles delincuentes el Apóstol Don Santiago, y las Vírgenes del Pilar, de la Asunción y la Inmaculada Concepción, personajes y devociones muy mal vistos en Logroño. Se procederá a sus respectivos interrogatorios por parte del Cónsul de Pakistán en Logroño, del Imán de la principal mezquita logroñesa y del descendiente de Mahoma más cualificado, y posteriormente, ya imputados y procesados, enviados ante el Juez Pedraz a la Audiencia Nacional, el cual determinará si don Santiago y las Vírgenes tienen sentido del humor, como Guillermo Zapata, o por el contrario, se dicta sus autos de prisión para que ingresen inmediatamente, en calidad de presos preventivos en Alcalá-Meco.
No pretendo alarmar a los habitantes, votantes y ciudadanos en general de Logroño. Pero si yo lo fuera, intentaría por todos los medios posibles y probables evitar cruzarme con su señor Alcalde. Porque un individuo capaz de promover y publicar semejante calendario oficial, puede cometer cualquier tropelía en sus calles y plazas. En Pakistán se azota a los apóstatas, se lapida a las adúlteras y como en otras naciones adheridas al fundamentalismo islámico, se ahorca a los homosexuales. Muy moderno y ejemplar. No creo que el señor Alcalde llegue tan lejos, pero es conveniente tener en cuenta que muchas de las barbaridades que el ser humano ha cometido contra otros – aparte de herir creencias, tradiciones y devociones–, comenzaron por una gilipollez como el calendario del Ayuntamiento de Logroño.
✕
Accede a tu cuenta para comentar