César Lumbreras

Los circuitos cortos

Los agricultores españoles, especialmente los productores de frutas y hortalizas, harán bien en prestar mucha atención a un fenómeno que se está produciendo en una buena parte de los Estados miembros de la UE, especialmente en aquellos más ricos. Se trata del fenómeno de los circuitos cortos de comercialización. Grupos de consumidores han comenzando a demandar productos con sabor y no solamente con presencia o presentación. También se decantan por consumir los productos de temporada y que procedan de zonas próximas a las suyas. Los partidarios de este incipiente movimiento, que va a más, consideran que cuanto menos tiempo transcurra desde el momento en el que estos productos se recolectan hasta que se consumen mayor será el beneficio de la calidad de una fruta o de una hortaliza.

Cada día son más los que sostienen esta tesis, que puede suponer un serio peligro para el sector español que se dedica a la producción de frutas y hortalizas, que, por presiones ejercidas por las cadenas de distribución, ha venido dando hasta el momento prioridad a la presencia de los tomates o de las frutas, en detrimento del sabor. Además, también se han visto presionados por la necesidad de producir mercancías que aguanten en buenas condiciones un largo periodo de tiempo desde que se recolectan hasta que el consumidor las adquiere. Pues bien, ahora una parte de esos mismos consumidores quiere otra cosa y habrá que buscar la mejor manera de dársela. Demandan especialmente sabor, así como vinculación al terreno en el que ellos se encuentran. No queda, por lo tanto, más remedio que hacer caso a esta demanda. Los circuitos cortos comienzan a imponerse en el sector.