Paloma Pedrero
Los Robin Hood
Según la leyenda, Robin Hood era un hombre de gran corazón que vivía fuera de la ley, escondido en un bosque de Inglaterra. Arquero, defensor de los pobres y oprimidos, luchaba contra los que utilizaban el poder público para acaparar ilegítimamente riquezas. No es extraño que el padre Ángel haya elegido este nombre para los restaurantes que darán de comer a los desamparados. Ya se ha abierto el primero en Madrid. El jueves nos acercamos a comer, no había sitio. Todo reservado por gente de bien que elige dejar allí sus dineros para que por la noche otros, que no los tienen, puedan cenar dignamente. Me impresionó ver tanta bondad. Por la noche nos acercamos hasta la Iglesia de San Antón. Allí estaba el padre Ángel, como una figura de santo viva, en su mesita camilla revisando los eventos que habrá estas Navidades en la Iglesia. Hace dos años me reuní con él para ofrecerle un taller de teatro con la Asociación «Caídos del cielo». Con entusiasmo me contestó que sí, que en las iglesias siempre se había hecho teatro y que San Antón era un lugar para artistas. Me impresionó su pasión, su deseo de encontrar el espacio adecuado. Nos ofreció todo lo que tenía, incluida la bella sacristía de su iglesia. No pudo ser, la iglesia nunca se cierra y los ensayos requieren privacidad. Pero todo quedó abierto. Y el jueves volvimos a hablar de ello. Ahora se le ve feliz, más de mil personas sin hogar han cenado ya en el primer «Robin Hood». Y él sigue ahí, en su mesita camilla, rodeado de gente sin patria, sin techo, sin familia. Dando cabida a todo lo que alimenta el alma. Mientras los voluntarios reparten un queso que huele a gloria.
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