Angel del Río

Madrid 2020 versus Botella 2015

Cuando Ana Botella se hizo cargo de la alcaldía, recibió la herencia del proyecto olímpico Madrid 2020 en avanzado en estado de ejecución, aunque había que darle los últimos toques y pasar el examen del comité de evaluación del COI. La alcaldesa recibía un proyecto madurado a lo largo de dos tentativas anteriores, que se inició siendo alcalde Álvarez del Manzano, que primero tuvo que competir con Sevilla para que la de Madrid fuera la candidatura oficial española y después seguir los consejos de su amigo Juan Antonio Samaranch respecto al momento más oportuno para aspirar a organizar unos Juegos Olímpicos.

El proyecto fue continuado, repetido y ampliado por Alberto Ruiz-Gallardón. No pudo ser para 2012, ni tampoco para 2016. En ese momento Gallardón se replanteó si merecía la pena volver a intentarlo por tercera vez de forma consecutiva, y los expertos en olimpismo le aconsejaron que Madrid debería volver a presentar candidatura para 2020, sobre todo porque había garantías de solvencia económica al estar realizadas un alto porcentaje de las infraestructuras requeridas.

La alcaldesa Ana Botella se encontró con un proyecto en carrera y sin posibilidad de marcha atrás, aunque no tenía el apoyo unánime de todos los grupos políticos representados en el Ayuntamiento, pero sí un amplísimo respaldo popular e institucional.

Botella sabía que su acción de gobierno no se iba a caracterizar por las inversiones en obras y mejoras, habida cuenta del estado de precariedad de las arcas municipales y su buena gestión pasaría por administrar los contados recursos y la reducción de la deuda. Conseguir organizar los Juegos de 2020 era su gran baza, el buque insignia de su gestión, idea que se hizo indispensable después del triste acontecimiento del Madrid Arena.

Este trágico suceso y sus posteriores consecuencias políticas calaron en la opinión pública y en la misma alcaldesa, consciente de que el horizonte electoral de 2015 se le ponía complicado si aspiraba a ser candidata a la alcaldía.

Sólo un acontecimiento importante e histórico para Madrid podría devolverle los ánimos y el apoyo electoral para intentar repetir como alcaldesa: que nuestra ciudad fuera designada por el COI para organizar los Juegos de 2020. Esto ha sucedido y ahora el futuro político de Ana Botella a medio plazo cambia sustancialmente.

Ya tiene argumentos para continuar el camino que le queda a Madrid hasta esa fecha histórica, un camino de cambios y mejoras, de prepararse para afrontar el mayor evento en la historia de la villa y corte.

Hay decisiones que cambian el futuro de las ciudades y el de sus regidores. Éste puede ser un claro ejemplo. Hoy la regidora tiene más posibilidades que ayer de decidir que quiere presentarse a las próximas elecciones, y de ganarlas. Madrid 2020, versus Botella 2015.