Julián García Candau

Más goles que juego

En el Santiago Bernabéu había ilusión porque este año fuera el de Varane, Casemiro, Isco, Illarramendi, Jesé y Morata. Los jóvenes, el futuro, en algún caso inmediato. Sin embargo, estas ausencias, cuando se dan, no cuentan. Esta temporada hay dos ausentes: el fútbol y Gareth Bale. De éste cabe argumentar que tras su polémica rebeldía en el Tottenham llegó a Madrid sin pretemporada adecuada y de ahí sus lesiones. Carlo Ancelotti tuvo que recurrir a Morata y Jesé y el primero logró el tanto del empate a dos en el minuto 90. El central francés afirmó la zaga. Ganó el Madrid en los minutos de la prolongación. Isco está perdiendo luz. Marcelo se la dio.

La ausencia del fútbol, de juego convincente, se debe a varias razones. Ancelotti no tiene claro el papel de Khedira en el centro del campo. Ha recuperado a Varane y ello es acierto, pero seguimos sin saber a qué ha de dedicar sus esfuerzos Benzema. Anda perdido y hay motivos para pensar que todo no es culpa suya. El equipo tiene escasa capacidad para coordinar ataques. De peligro siempre los prodiga y se salva.

Contra el Levante se dedicó a recordar a los levantinistas la figura de Agustín Dolz a quien el público gritaba «Agustinet bombetja» cuando hacía falta el gol. El Madrid prodigó más el pelotazo alto al área que la jugada trenzada. El correoso Levante, equipo propio de Joaquín Caparrós, se la jugó a la presión y la carrera rápida. Diego López hizo gran el paradón y abortó el gran disparo con perfume de gol. Luego, no pudo con Babá y en el segundo no acertó.

El Levante estuvo dos veces por delante y el Madrid ganó echando mano de la épica, y de Cristiano Ronaldo cuando se cumplía el minuto 94.