César Lumbreras

Más leche

La Razón
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Los precios mundiales de los productos lácteos han registrado una importante caída entre agosto de 2014 y el mismo mes de 2015. Un ejemplo es la cotización de la leche en polvo desnatada, que cayó un 37 por ciento en la Unión Europea y en Estados Unidos, y el 42 por ciento en Nueva Zelanda y Australia. Según el índice de la FAO, los precios de los productos lácteos bajaron en agosto pasado el 9,1 por ciento en relación con los de julio.

Mientras tanto, la producción mundial de leche no solo no ha bajado, sino que ha continuado subiendo. En Australia, las entregas de julio de este año han aumentado el 7,6 por ciento en relación con las registradas el mismo mes de 2014; en Nueva Zelanda, el volumen que se ha alcanzado en los dos primeros meses de su campaña (junio y julio) fue superior en un 11,5 por ciento al del mismo periodo del año anterior. En Estados Unidos también han subido las entregas, aunque de forma más moderada, tan sólo el 1,6 por ciento desde principios de 2015. En la Unión Europea las entregas de leche serán el 1 por ciento más elevadas que las de 2014, a pesar de que en el primer trimestre de este año cayeron el 1,2 por ciento, de acuerdo con los datos de la Comisión Europea.

De todo lo anterior se deduce que los precios de la leche deberían seguir siendo bajos unos meses, salvo que la demanda mundial, especialmente por parte de China y de India, se dispare. Se trata de cifras importantes a la hora de perfilar las medidas de apoyo a este sector que se preparan en el conjunto de la Unión Europea y en España. Por cierto, que las comunidades autónomas también deberían poner algo de su parte.