Julián Redondo

Méritos

La Razón
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Clasificados Portugal y Argentina para el Mundial, lo cual es una excelente noticia para la competición y para la FIFA, la entrada en los créditos de Cristiano y Messi capitaliza las luces de neón. En España se celebra el protagonismo indiscutible de ambos y, en algunos casos, se espera que uno u otro, según el bando, gane el torneo. Alto ahí. Rosell, en aquella campaña electoral que después de triunfar le condujo al presidio tiempo después –caprichos del destino–, confesaba su inclinación por Brasil en caso de una final contra España. Su debilidad por Neymar le mandó derecho a la cárcel. Pero ésa es otra película.

En Barcelona preferían ver a Messi coronado con el Balón de Oro antes que a Xavi o Iniesta. Dudar de los méritos del argentino es una solemne estupidez; no reconocer los de los dos españoles, campeones del Mundo con la Selección y de Europa con el Barça en época de votaciones, una insensatez. Sigo pensando que este certamen, con más seguidores que los festivales de Eurovisión y de la OTI juntos, debe por lo menos uno de esos trofeos dorados al fútbol español: a Raúl, el de Owen; a Xavi o Iniesta, el de Leo en 2010.

Pero son opiniones; deseos que navegan en las antípodas de los de algunos colegas que, al sugerir tan fervientemente que el fútbol está en deuda Mundial con Messi o Cristiano, me rebelo. Y no por una cuestión patriótica, que no estaría de más en casos tan flagrantes como los reseñados, sino porque ver jugar a la Roja es un placer y a Portugal y, sobre todo, a Argentina, un suplicio. Sin duda, que gane España, si es que lo merece.