Jorge Urosa

Olímpicos

El privilegio de conocer el Olimpo es de aquellos que se esfuerzan y se superan para conseguir tener un puesto en la morada de los dioses. Si esto es así, Madrid sin duda tiene todas las papeletas para conseguir la designación como la sede de las próximas Olimpiadas, por fe, por vocación y, sobre todo, por infraestructuras y capacidad organizativa.

Es la tercera convocatoria a la que acudimos; en la de Londres nos quedamos a las puertas; las de Río, visto lo visto, debían haber sido nuestras, y ahora por constancia, obcecación y porque a la tercera va la vencida, nos toca a nosotros. Mañana se va a conocer la nota de la visita del Comité de Evaluación a nuestra ciudad, que sin duda debe empezar a definir a Madrid como la candidata mejor colocada para terminar de rematar la faena la semana que viene en Lausana. A esa cita acudimos con nuestro mejor equipo –su Alteza el Príncipe Felipe y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy– en lo que será la penúltima valla hacia la línea de meta. Es importante poner todas nuestras habilidades diplomáticas en liza porque, por entrega e ilusión, no hay ciudad que en la historia del deporte haya sido más consciente de su destino olímpico.