Toni Bolaño

Pisando fuerte

Pere Navarro ha afrontado el Consell Nacional como Alejandro Sanz, «Pisando fuerte». Ha ofrecido «pasar página» a los díscolos sabiendo que éstos no tienen alternativa. Que en el PSC existen discrepancias, pero no hay un candidato que le pueda hacer sombra. Ha marcado sus líneas rojas: federalismo y ampliación del espacio progresista, y ha calificado, sin pelos en la lengua, la resolución soberanista como «irreal, falsa y tramposa» porque «no se votaba el derecho a decidir, sino una resolución programática del pacto entre CiU y ERC».

Navarro ha tendido la mano para preservar la unidad porque mucha gente «no quiere que el PSC se rompa». De hecho, el líder socialista ha hecho un paralelismo entre el PSC y Cataluña. Un solo PSC y un solo pueblo de Cataluña marcando como objetivo de los socialistas «preservar la unidad civil» de los catalanes, en un claro mensaje a Artur Mas, pero también a sus críticos que deben haberla recibido incómodos en su silla.

Algunos, como dice la canción de Sanz «mi edad es tan difícil de llevar, mezcla de pasión e ingenuidad» le acusan de debilidad ante la rebelión. De ser un ingenuo por no tomar medidas contundentes, pero Navarro no es persona de aspavientos. Es más de «despacito y buena letra». Sabe que su mano tendida puede ser rechazada, aunque ayer logró que la resolución fuera aprobada por unanimidad. Una clara muestra de fuerza.

Ningún crítico intervino haciendo acto de contrición sobre la ruptura de la disciplina de voto. Un dirigente socialista de la dirección decía con cierto pesimismo «de momento pasamos página, pero veremos cuando llegue otra prueba de fuego». Otros siguen con las espadas en alto calificando a los críticos como «una mezcla de vanidad, deslealtad y poca personalidad, lo que es muy triste» para añadir «nuestra voluntad es pasar página, ahora bien, los cinco famosos no han pedido perdón y no me extrañaría que volvieran a hacer un numerito. Te aseguro que sería el último». Me parece que Navarro piensa lo mismo empeñado, con pasión, a no llevar al socialismo por la senda soberanista.