Rosetta Forner

Ponte las alas

Ponte las alas
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Estilo de vida, alimentación, y «química» repercuten en la salud. Y asimismo, las ideas (forma de pensar), las emociones y el cómo nos llevamos con la vida. Una autoestima y una autovaloración sanas conllevan que una mujer cuide de sí misma en todos los sentidos. Dado que, en principio, nadie está al margen del cáncer –eso es lo que nos han hecho creer–, ni de enfermar en general, por bien que nos cuidemos a todos los niveles, muchos profesionales ponen especial énfasis en aprender a cuidar de las emociones, revisar nuestras actitudes y estructura mental pues estas pueden causar desórdenes físicos (factor psicosomático). Un disgusto muy intenso puede desencadenar un «cáncer». Por consiguiente, animo a la mujer (y a todo ser humano) a que cuide de su salud psicoemocional, vigile qué tipo de pensamientos se da de comer metafóricamente hablando (las creencias determinan nuestras vivencias), y considere el cómo se ama y se relaciona consigo misma. Estar en contacto con la psique –alma fomenta un cuerpo saludable– lo cual no excluye profilaxis –son aconsejables las revisiones–. Como coach experta en PNL, animo a las mujeres a cuidar de su dignidad, nutrirse, deshacerse del sentimiento de culpa, limpiar sus armarios interiores (eliminar actitudes e ideas caducas, terminar relaciones que no les alimentan el alma o no les hacen ningún bien), y a reconciliarse con su lado femenino. Hay que ponerse las alas de la salud emocional, darle calabazas a todo lo que no interesa, y aprender a ver la vida en Rosetta.