Cristina López Schlichting

Prohibido prohibir

Tenía 17 años, medía 1,72 y era toda una mujer que soñaba con largarse al extranjero y descubrir el mundo. Cuando dejé el colegio de monjas y entré en la clase mixta de COU, me encontré a los tíos lanzándose pelotitas de papel. «Éstos son idiotas», pensé, y lo peor es que acerté en cierto sentido. Jugaban estrepitosamente, se empujaban unos a otros, hacían travesuras...

Lo primero que hizo mi amigo Juan Orellana, que es hoy un reputado y serio crítico de cine, fue quitarme el bolso y ponerlo en el pasillo, de forma que me pasé la hora de Latín temiendo que alguien se lo llevase.

En el tardofranquismo nos educábamos por separado y nos juntábamos un año antes de entrar en la Universidad. Sin problemas ni traumas. No tengo demasiado claro qué es mejor, si segregar o no por sexos, pero tampoco tengo claro que haya que prohibir nada. Ni que los que piensen distinto tengan que pagar más por su escuela, que es otra forma de marginar. Que cada uno haga como le dé la gana.

Desde luego, en Estados Unidos hay un interesante debate desde que se demostrase que los indicadores académicos mejoran educando por separado. Niños y niñas son diferentes y probablemente requieran acercamientos pedagógicos especializados.

Por otra parte, se distraen mucho en la adolescencia, con el estimulante romanticismo de esa edad. A mí siempre me gustaron mucho los chicos... pero como no los tenía en el colegio, me tuve que dedicar a estudiar.

No sé, no me parece que Elvira Lindo, Santiago Segura, María Dolores de Cospedal, en fin, todos los coetáneos del «baby boom», estemos más tarados que la media. Incluso echo de menos entre las nuevas generaciones de mujeres la rotunda autoconciencia que teníamos nosotras: menudas, ¡como para tosernos! Creo que hay que ser tolerantes. No veo motivos para prohibir a los padres que elijan el modelo que más se adapte a sus gustos. Salvo ese extraño totalitarismo por el que algunas personas deciden que todos tenemos que hacer sólo y absolutamente lo que ellos deciden que es bueno.