Toni Bolaño

Propaganda y realidad

Si la realidad no concuerda con la teoría, peor para la realidad. Esto es lo que han decidido desde la Generalitat para explicar el viaje a París de Artur Mas. Como los resultados han sido escuálidos han decidido vestir a la mona de seda poniendo el aparato de propaganda en marcha.

Versión oficial, el presidente de la Generalitat ha intervenido en la VIII Conferencia Global sobre el desarrollo sostenible ante más de 2.000 delegados. Versión real, su intervención apenas ha durado unos minutos. Algo así como un saludo.

Versión oficial. Mas ha firmado con la directora de la Unesco un acuerdo por el que Cataluña tendrá sus propios representantes en el organismo al margen de la Delegación española. Versión real, los delegados de la Generalitat solamente podrán actuar en asuntos puntuales y con el visto bueno del ministro de Exteriores. Las nuevas relaciones se ejecutarán sin prejuicio de «las competencias del Estado español y sus relaciones con la Unesco».

Versión oficial. El presidente de la Generalitat se ha reunido con el presidente de los ferrocarriles franceses para estudiar su participación en la gestión de Cercanías al margen de Renfe. Versión real, la reunión ha sido una toma de contacto porque la posibilidad de la entrada de SNCF en la gestión sólo es posible a partir de 2016.

Versión oficial. El presidente catalán cenará con el ministro de Defensa francés, Jean Yves Le Drian, que también es presidente de la Conferencia de Regiones Periféricas Marítimas de Europa. Versión real, la cena ha sido suspendida por el ministro francés por problemas de agenda. O sea, ha sido un plantón en toda regla.

Visto lo visto, la versión oficial ha vestido la mona de seda pero mona se queda cuando se analiza la versión real. Mas sólo puede mostrarse orgulloso de que ha puesto una nueva muesca en sus salidas internacionales. Lleva tantos viajes realizados como fracasos cosechados.