Miguel Ors
Quédese, señor Cristiano
L18 Arma
La otra arma eficaz de Rafa Nadal es la simpatía: con ella, seduce. Con la raqueta, gana. Otro título a su grueso zurrón (ya 51), el Abierto de Brasil. ¿Volverá a ser el que fue? Ante esta pregunta, Nadal baja los ojos hacia las rodillas: «Ya no son las que fueron. Pero...». Intentarlo, lo intentará.
M19 Estilo
Sobre el estilo. El estilo es el hombre. El estilo es la fuerza vital del hombre. El estilo es el pensamiento del hombre. ¿Se conoce al hombre por su estilo? Tres entrenadores, tres estilos. Simeone no castiga, corrige, que dice Falcao. Mourinho vive cabreado, castiga cabreado, habla cabreado (apócrifo). Para los jugadores del Málaga, Pellegrini ni corrige ni castiga, razona sus críticas. Tres hombres, tres estilos. Pellegrini, si hay que hacer caso de lo que «escribimos los periodistas» (me incluyo, claro), gusta al Manchester City. Si es verdad que a los hombres se les valora por sus obras, a Pellegrini lo valora el City por su obra en el Málaga: tanto, con tan poco.
Lo de Florentino Pérez, concluyentemente, es mala pata. Echa a Del Bosque y éste triunfa urbi et orbi en la Selección de España. Echa a Pellegrini y éste hace del Málaga una obra poco menos que picassiana. Ya lo dijo el filósofo griego: «Los sabios son humanos. Yerran igual que los humanos que no son sabios».
X20 Serial
Serial Cristiano Ronaldo. ¿Se irá, no se irá?
–Desengáñese –me dice un viejo socio del Real Madrid–. Si con Cristiano el Real Madrid ha de mirar al Barcelona de Messi en la Liga con teleobjetivo para verlo, ¿cómo lo mirará la próxima temporada, sin Cristiano?
Eso de que nadie es insustituible es relativo. Cristiano, hoy, goleando, es el mejor del mundo junto a Messi. Circula, real o ficticia, una relación de probables para sustituir a Cristiano por si se fuese. También aparece en la lista Neymar, pero no golea, ni de cerca ni de lejos, como el mimoso Cristiano. Mimemos a Cristiano y es que así como Mourinho es sustituible, Cristiano, no.
J21 Apagón
Apagón del Barcelona en San Siro. Sabio tópico: «Fútbol es fútbol» (Boskov), que eso es el fútbol, un valor tan volátil como los valores de la Bolsa. Al Barça, en San Siro, se le fundieron los plomos de todas sus luces, de lo cual, desgraciadamente, no está exento ningún talento. Hermosa ética: «No hay excusas: ni el árbitro ni el campo» (Piqué). Aprendan ética los políticos españoles del escolar, pueril y cotidiano: «Y tú más». Silvio Berlusconi, por cierto, siempre optimista y jocundo, toma el formidable resultado del Milan en su estadio como signo premonitoriamente positivo para él en las elecciones italianas (¿?). Fútbol es fútbol, ya lo creo señor Boskov, como política es política, ya lo creo señor Berlusconi.
V22 Valores
En mi sentir, una nación es el estrato de sus tradiciones y sus valores, amén, naturalmente, de otras cosas. Ya sé, ya sé que hoy, en España, la bandera «es un trapo» (ocurrencia de un socialista hoy ya canoso, alopécico y asiduo cliente de odontólogo: vejez) y el hiperclorídico café para todos, lo progresista. Felicito al binomio Marca/COE por su foro. El deporte es, sin tal vez, lo más sano, nutritivo (ética y estéticamente) y donoso de esta grisota y flácida España de todos contra todos, todos los días. En el segundo foro Marca/COE se habló de valores, y David Cal, nuestro olímpico más laureado (cinco medallas: una de oro, cuatro de plata), dijo: «Hay que retomar los valores, se están perdiendo poco a poco». Alejandro Blanco, presidente del COE, siempre eufórico y reventón de ideas y proyectos, subrayó que «lo mejor que le puede pasar a España es conseguir que Madrid sea la sede de los Juegos Olímpicos de 2020».
Si la democracia de la casta política fuese como la democracia de la casta deportiva, en España habría democracia, no lo que hay.
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