Vuelta a España

Vuelta a España

Resistencia

La Razón
La RazónLa Razón

Cual Macarena Del Río, Contador alegra la Vuelta con arreones épicos. No es de parar quieto, nunca lo ha sido; tampoco es el que era. Los años, las caídas, las carreras, las sanciones, la vida, todo pasa factura. Acusó desmedidamente el primer contacto con la montaña en Andorra y desde entonces utiliza el abono de las emboscadas. No quiere despedirse del ciclismo sin subir al podio, a tan solo un minuto de distancia, y queda montaña como para desbancar a Froome. Para eso hay que exhibir fortaleza, las piernas que tuvo y no tiene. Chaves, el tercero, está más cerca.

El ciclismo, aún marcado por los tiempos del cólera, o del dopaje, sobre la carretera no engaña. No hay intangibles ni fuerzas externas desequilibrantes salvo para el tramposo. Choca esta palmaria realidad con la incertidumbre que rodea un proceso electoral en la Real Federación Española de Fútbol, cuya presidencia es tan golosa y de ingresos tan suculentos que Villar se mantuvo al frente durante 29 años, hasta que un juez, y no el de Competición, le pinchó el teléfono y el globo. Se irá o le echarán; apenas conserva más defensa que la de sus abogados.

Presidir el fútbol español no es un marrón –«situación u obligación molesta, desagradable o embarazosa»– sino todo lo contrario. Así que estamos a las puertas de una segunda entrega de «Primary colors», con John Travolta, Emma Thomson y el escándalo sexual que tanto recuerda al de los Clinton, o de «Los idus de marzo», con Ryan Gosling y George Clooney metidos en una campaña con más trampas que una película de indios. A los aspirantes se les va a exigir la limpieza de una patena y el temple y la resistencia de ese ciudadano americano que persigue el puesto de Donald Trump, sin duda, la excepción que confirma la regla.

A todo esto, Froome sigue líder y España recibe a Italia.