Religion

Reunión con el Papa

La Razón
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Casi dos horas permanecieron en el Vaticano el viernes pasado el presidente, vicepresidente y secretario general de la Conferencia Episcopal Española. Los Cardenales Ricardo Blázquez y Antonio Cañizares, acompañados por Monseñor José María Gil Tamayo, mantuvieron un prolongado encuentro con el Secretario de Estado Cardenal Pietro Parolin y a las diez y media de la mañana fueron recibidos por el Papa Francisco con el que conversaron durante cuarenta minutos. Es costumbre que cuando las Conferencias Episcopales del mundo renuevan sus cuadros directivos los elegidos se presentan al Papa y le exponen en grandes líneas sus planes de acción. La CEE, como se recuerda, reeligió el pasado mes de marzo al arzobispo de Valladolid para un segundo mandato presidencial y a su lado colocaron como vicepresidente al arzobispo de Valencia, «destronando», si vale la expresión, al arzobispo de Madrid Carlos Osoro. Pero esa es una historia en la que hoy no vamos a entrar. En el contacto que mantuvieron con los informadores al final de la mañana los tres no podían ocultar su más plena satisfacción. Tanto el Secretario de Estado como el Papa no sólo están al tanto de cuanto, religiosa, social y políticamente, sucede en nuestros país sino que, además, se mostraron muy esperanzados ante nuestro inmediato futuro. Por lo que nos quisieron contar –que no fue mucho– en las conversaciones se barajaron diferentes temas y no sólo los específicamente religiosos o espirituales ya que la Iglesia no es un realidad que vive en las nubes celestiales sino que camina a ras de tierra y no se desentiende de los problemas materiales de la humanidad.

Saqué la impresión de que los responsables de nuestra Conferencia Episcopal salieron del Vaticano más esperanzados de lo que entraron, más animados, más decididos a anunciar el Evangelio de Jesucristo a una sociedad como la española de nuestros días: desorientada, sacudida por corrientes anticlericales y antirreligiosas, proclive a caer en un derrotismo que incita al abandono de todo compromiso, olvidándose de que para todos los problemas existe una solución pero hay que buscarla y luchar por ella.