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Riesgos papales

La Razón
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Sin alarmismos ni exageraciones creo que el viaje que el Papa inicia el próximo miércoles a tres países africanos es el más peligroso de todos los realizados hasta ahora por los Pontífices. Y en estos no han faltado situaciones críticas: Pablo VI fue víctima de atentados en Filipinas y Portugal; contra Juan Pablo II se detectaron numerosos intentos de agresiones criminales contra su persona en sus numerosas salidas fuera del Vaticano.

En este caso las tres naciones que visitará Francisco –Kenia, Uganda y la República Centroafricana– son escenarios de frecuentes acontecimientos terroristas. La tercera, sobre todo, conoce desde hace años una situación de guerra civil que ha causado decenas de miles de víctimas y todavía hoy se producen en su territorio peligrosos ataques entre grupos guerrilleros opuestos.

La situación es, pues, tan incontrolable que el ministro de la Defensa de Francia (país que tiene desplegados en la RC algunos miles de soldados) ha desaconsejado el viaje papal y ha llegado a afirmar que ellos sólo se comprometen a «mantener la seguridad en el aeropuerto y permitir la evacuación en caso de crisis. No podemos hacer más».

Por su parte, el comandante de la Gendarmería Vaticana, Domenico Giani, ha viajado estos días a Ban-ghi para estudiar «in situ» las condiciones reales de la capital y su informe será fundamental para tomar las decisiones oportunas.

Bergoglio, desde luego, no renuncia a su visita a Banghi, donde el 29 dará inicio al Año del Jubileo abriendo la Puerta Santa de la Catedral de Banghi y al día siguiente se dirigirá a la mezquita de la avenida Koudoukou situada en una de las zonas más calientes de la ciudad. «Suspender la visita –ha dicho– sería como dar la victoria a los violentos».

En realidad no sólo preocupa la incolumidad del Papa, sino también la de los centenares de miles de fieles que acudirán desde los países vecinos para verle y aclamarle.