Política

Pilar Ferrer

Salteadores de la Ley

Salteadores de la Ley
Salteadores de la Leylarazon

El pasado martes, la reunión de la Mesa del Congreso fue más larga de lo habitual. Tras un intenso debate, el máximo órgano de la Cámara decidió suspender toda actividad legislativa la tarde del próximo jueves, en que está anunciada la gran concentración frente al Palacio de la Carrera de San Jerónimo. Ello ha sido interpretado por los movimientos convocantes, en las redes sociales, como un triunfo. Porque, al margen de que ese día no haya decretos pendientes de aprobación, es evidente que estas hordas callejeras, con la agitadora Ada Colau en cabeza, insistirán en su asedio al Parlamento. Cambiarán la fecha, pero no su ilegal propósito.

¿Qué harán entonces el Congreso y el Senado? Porque en su alocada carrera, la Plataforma de Afectados por las Hipotecas amenaza ahora con asaltar la Cámara Alta, dónde ha de refrendarse la Ley Hipotecaria del Gobierno. Dilema delicado, pues el Poder Legislativo, sede de la soberanía nacional, no puede ceder un ápice ante semejante tropelía. Lo que empezó siendo protesta en defensa de una vivienda digna, excede con mucho los derechos de reunión y manifestación. Este asedio a las Cámaras, el acoso a los domicilios de ministros y políticos del PP, encubre a grupos antisistema, alborotadores de la calle que buscan violencia. Un activismo peligroso, que ha de frenarse con urgencia. Resulta también vergonzante la actitud de diputados de la Izquierda Plural y ERC. Cayo Lara, Gaspar Llamazares o Joan Tardá, se dicen solidarios con los activistas, pero ninguno renuncia a su escaño, suculento sueldo y prebendas varias. Es el colmo del cinismo y olvidan lo que ha dicho la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría: Los derechos y libertades de unos acaban donde empiezan los de los demás. La manifestación cívica es plenamente constitucional. El asedio a las Cámaras y a la esfera privada los convierte en salteadores de la Ley. Con ella ha de combatirse.