Restringido

Sebastián

La Razón
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El cardenal Fernando Sebastián acaba de publicar un libro «memorable». Su título es precisamente «Memorias con esperanza». Es un texto biográfico que se extiende a lo largo de más de cuatrocientas sesenta páginas.

Los que quieran conocer el papel de la Iglesia española en los años de la transición política, cómo se gestó la histórica homilía del cardenal Tarancón en la Iglesia de los Jerónimos, las relaciones de la Iglesia con Santiago Carrillo o Alfonso Guerra antes y después de la Constitución, los meandros de la Asamblea Conjunta, el polémico «caso Añoveros», la difícil convivencia con los gobiernos socialistas, las objeciones de la Conferencia Episcopal Española a la declaración del «Opus Dei» como prelatura personal y otros asuntos de estos cuarenta años de vida española encontrarán en las páginas de este libro una información precisa, veraz y aclaratoria. Es un servicio a la historia que hay que agradecer a su autor. Pero además de haber sido un protagonista de muchos de estos acontecimientos, don Fernando ha sido sacerdote, profesor, rector de la Universidad Pontificia de Salamanca, obispo de León, secretario de la Conferencia Episcopal, arzobispo coadjutor de Granada, administrador apostólico de la diócesis de Málaga, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, cardenal de la Iglesia romana. De todos estos periodos de su larga vida dan testimonio los capítulos del libro y lo hace con libertad. «A mí no me gusta hablar mal de nadie –confiesa en la presentación– pero tampoco soy amigo de decir las cosas a medias».

Quizás lo que el lector no espera de las memorias de un cardenal es un retrato tan auténtico de su itinerario espiritual, sin disimular las dificultades, los errores, las deficiencias, los objetivos no alcanzados. Hay pasajes de gran calado, muy atractivos. Como lo es su visión de la vida desde la cima de la vejez. «Una de las muchas ventajas de la vejez –escribe– es que al final de la vida sabemos ya lo que somos... Jesucristo ha sido siempre el amor de mi vida, la primera referencia de mis aspiraciones, la meta de todos mis deseos».