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Soraya, la única mujer del debate a cuatro

La Razón
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Realmente tiene mala prensa negarse a los debates. Sin embargo, el comité de campaña del PP, sin alterarse, dio el visto bueno al plan. Mariano Rajoy sólo debía debatir con el líder del PSOE. Y del mismo modo, otro debía ser el encargado de acudir allí donde el presidente no acudiese. En este caso, en el debate a cuatro con el propio Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias. Lo mismo sucedió, con distintos protagonistas, en 2011. Entonces Esteban González Pons, cabeza de cartel por Valencia, asumió el papel de refuerzo del candidato a La Moncloa. Esta vez es Soraya Sáenz de Santamaría la señalada por el dedo del director de la campaña, Jorge Moragas. «Sería algo insólito y un mal precedente cambiar las reglas del juego para beneficio de terceros», cuentan fuentes del PP que fue la lectura exacta que hizo a puerta cerrada José Antonio Bermúdez de Castro, número dos de Moragas en el equipo «genovés» que diseña la estrategia de la campaña. El mismo Bermúdez recordó que en el Congreso de los Diputados se descartó en su día regular los debates en la reforma de la ley electoral. El cambio normativo tropezaba con inconvenientes. Por eso, el modelo a seguir era el de la tradición. Nada más que decir. Sí, por supuesto, al cara a cara de Rajoy con Sánchez. Y sí (pero sin Rajoy) a un formato a cuatro entre PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos. Sabe el PP que la ausencia de Mariano Rajoy del debate a cuatro va a ser aprovechada por el resto para desgastar su figura. Desde el miércoles, nada más conocerse la decisión, todos los partidos cargaron contra «un candidato que se esconde». Me apuntan, incluso, que Albert Rivera ha confesado en privado su intención, nada más empezar el debate a cuatro, de preguntar a Sáenz de Santamaría si «tan mal candidato es Rajoy para que le hayan sustituido». Con todo, una de las máximas políticas es no confiarse más de lo imprescindible. Y hay veces que ni siquiera lo imprescindible. Tanto Rivera, como Iglesias, incluso en cierta forma Sánchez, han forjado su carrera en los platós de televisión. Cierto. Pero Soraya Sáenz de Santamaría emergió en política allá por 2008, cuando tomó como portavoz las riendas de la bancada popular en el Congreso, «peleando» dialécticamente con líderes tan correosos y hábiles como Rubalcaba. Experiencia en esas lides, por tanto, no le falta. Además, sus últimas apariciones televisivas han evidenciado que se mete en casa de los votantes en cuanto se le da la oportunidad. Y ya puestos otro argumento que amplifican desde Génova 13: «Va a ser la única mujer del debate político, moderado por un hombre y una mujer, tras la elección de los periodistas Vicente Vallés y Ana Pastor».