Una isla eléctrica

España es una isla desde el punto de vista de la energía eléctrica. Según un informe de la Comisión Europea, que excluye a Malta y Chipre y añade a Suiza, nuestro país es el que tiene un porcentaje de interconexión eléctrico más bajo, el 3,5 por ciento, frente al 9,7 de Alemania, el 12 de Francia, el 6,8 de Italia o el 7,7 de Polonia. En el polo opuesto se encuentran Suiza con el 68,1 por ciento o países del este de Europa, que, como Letonia, alcanzan el 93 por ciento. Esta situación de isla eléctrica toca a su fin, ya que está previsto que la semana próxima se inaugure una interconexión con Francia a través de los Pirineos con asistencia de Rajoy, de miembros del Gobierno de París y de la Comisión Europea. Además, a principios de marzo va a tener lugar en Madrid una Cumbre Ibérica dedicada a las interconexiones eléctricas, a la que asistirán representantes de los Gobiernos de España y de Portugal junto a miembros de la citada Comisión Europea. De esta manera se dan pasos hacia un mercado común de la energía, por lo menos de la eléctrica, en el conjunto de la UE, que es uno de los objetivos que se ha fijado el Colegio de Comisarios presidido por Junckers. Teniendo en cuenta este hecho, bien se podría aprovechar la ocasión para diseñar aquí una política energética con visión de conjunto, algo de lo que hemos carecido hasta ahora. Y es que las cosas de la energía van muy despacio. Un ejemplo: han tenido que pasar treinta años desde que se alcanzó el acuerdo que permitió nuestra entrada en la entonces CEE para que se ponga en marcha esta interconexión eléctrica. Más vale tarde que nunca.