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Premio Planeta

Una voz contra la corrupción

Una voz contra la corrupción
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No hay duda de que el ganador del Premio Planeta es un escritor comprometido con la literatura. Jorge Zepeda ha dejado cientos de artículos de periodismo de denuncia sobre el crimen organizado, el cártel de Sinaloa y la corrupción política, pero decidió un día que la ficción le permitía mayor complejidad para denunciarlos. Nacido en Mazatlán, Sinaloa, en 1952, se formó periodísticamente en España, en el periódico «El País», y tras su vuelta a México fundó en Guadalajara «Siglo 21», sustituido en 1997 por «Público», que fundó y dirigió hasta que asumió la dirección editorial de «El Universal», entre 2008 y 2010. En 2009, obtuvo el Premio Nacional de periodismo José Pagés por su comprometida trayectoria. Pese a la importancia de sus columnas dominicales, «Rehilete» (molinete), su afición a la literatura lo llevó a escribir en los últimos nueve años cinco novelas como «Los amos de México» (Planeta, 2007), «Los intocables» (Planeta, 2008) y uno de sus libros capitales: «Los corruptores» (Planeta, 2013), ficción política que LA RAZÓN calificó de «espléndido debut». «Una soberbia novela de intriga política que esconde numerosas claves para entender hasta qué punto la corrupción política sigue profundamente infiltrada en la sociedad mexicana». Para Zepeda, la columna está agotada. «Si relees las que publiqué hace 10 años sobre la corrupción, la podredumbre de la clase política, puedes cambiar los nombres de los protagonistas y se sostienen idénticas. Esto me provoca una sensación de frustración e inutilidad; alcanzas los límites de lo que posibilita el espacio periodístico». En «Los corruptores» escribió un «roman à clef» pensando en el lector mexicano, y también en el hispano, cuyo regímenes siguen parecida estela autoritaria, sin olvidar la deriva política española, reflejo lejano pero inquietante de los usos y costumbres corruptos que han llevado a los mexicanos a aceptar vivir en vilo, resignados al estado putrefacto de sus instituciones. Lo singular de esta ficción es la forma como Zepeda saca a relucir el pudridero político, que por prudencia y falta de pruebas ha preferido fabular y no seguir con sus incendiarios artículos de prensa.