¿Y el cine qué?

Del 21 al 10 por ciento de IVA sin duda un paso, una ayudita al mundo de la cultura más vapuleado, si cabe, por una crisis que durante años convirtió el ocio en un lujo al alcance de unos pocos y dejó a millares de artistas sin trabajo. Así de fácil. Hay que celebrar esta medida. Los espectáculos en directo bien la merecen. El teatro, el cine, la danza..., pero oigan, disculpen, ¿se han olvidado ustedes del cine? Verán, dejarlo fuera, tratarlo como la hija repudiada de la cultura, nos hace mucho daño a todos. Ya sé que nos hemos hartado de llenarnos la boca con el asunto de las subvenciones cinematográficas, pero subvenciones hay en todos los sectores y no sé por qué las del cine siempre nos duelen más. ¿Que a veces se repartieron mal? Es cierto. ¿Que hubo algún golfo que trato de aprovecharse? Pues sí. Pero repasen ustedes en qué otros ámbitos ha sucedido lo mismo. A lo mejor acaban reparando en que, en todas partes cuecen habas y en que, lo suyo es quitar la manzana podrida del cesto, no mandar el cesto a la basura. Me duele pensar que en España se ha incitado a la antipatía hacia el mundo del celuloide. No digo que haya que reverenciar a los protagonistas de este universo mágico. Pero este castigo permanente, por si apoyan esto o aquello o dicen esto o lo de más allá, me parece indignante. Sobre todo porque no sé a ustedes, pero a mí me han hecho soñar tanto a través de la gran pantalla, que nunca se lo podré agradecer lo suficiente.