María José Navarro

Yo, Leonor

A mí porque no me van a hacer ni puñetero caso ni me toman en cuenta jamás de los jamases, pero tengo un montón de ideas para el día que hagan a estos dos reyes. Por ejemplo, nada de pasear en un coche antiguo un ratillo por el centro: se llama a Uber y que venga un chófer sin regular, que está de moda. O mejor, un rulo largo en una calesa con mucho dorado y con dos caballos muy trotones que, de pronto, se arranquen y galopen como locos. Mi padre, con una capa de armiño y una garrota de plata y mi madre, con una falda larga con mucho vuelo y mariposas con brilli brilli cosidas. Y para el populacho, pierna de cordero pa comer en las plazas públicas, con mucha salsa y mucho vino malo en jarra de barro. Uy cuando me asome yo a ese balcón, hecha ya una princesa, o sea, vice-reinita, con mi melenón y mi carita de Borbona y empiece a lanzar los euros de la hucha. Pues ya verás como no me hacen ni caso con las propuestas a pesar de que ya mandaré un montón, porque yo con poder soy corrosiva. Que esa va a ser otra, porque voy a llevar a todo el mundo más derecho que una vela. El otro día leí que me van a nombrar más pronto que tarde capitana general de los ejércitos, con lo bien que me queda a mí el caqui, por favor y con lo mona que voy a estar encima de una tarima viendo pasar soldaos. ¿Qué hago? ¿Compro el «Fortuna», ahora que está barato? ¿O pago un sobreprecio? Qué harta estoy de austeridad, oyes.