María José Navarro

Yo, Leonor

Estamos mi hermana y yo como dos reinonas. Venga de reírnos, aunque mi hermana sea más de comer. Es que no está mi madre. Bueno, tampoco está mi padre, pero a nuestrohijofelipe le tenemos pillada la matrícula. Están donde Obama. Ya le dije a mi madre: «Qué te costaba llevarnos. Sería la primera vez que los jefes americanos iban a ver a dos niñas españolas que no fueran góticas». Total, que se han ido para allá con más gente que en la guerra. Llevan de escopeta a tres ministros y al que va a misa con nosotras en verano en Palma. Joserra. Mu majete. Pero ya se lo dije a nuestrohijofelipe : «Como no os fuguéis a Las Vegas a casaros de Elvis no me volváis a dirigir la palabra, que sois muy aburridos los dos». Menos mal que mi madre apareció rompedora en la fiesta del embajador. Ahí había poderío, muchachos. Qué pintón, qué rojazo en el morro, qué taconazo. Y qué embajador. Qué recepción montó. Cuánta gente que sale en las revistas. Dijo el anfitrión que nuestrohijofelipe y mi madre iban a tener contacto con gente con la que normalmente no lo tienen y a mí me parece que a este señor se le ha llenado la boca antes de tiempo, porque de glamurazo está esto a tope siempre. Hablando de clase, ha sido el cumple del tito Carlos de Inglaterra. Sesenta y cinco palos muy pintones. Qué pena no haber ido. Un heredero que jamás ha pegado un palo al agua. Un ejemplo para mí. Qué lástima que el gin-tonic para brindar me venga grande aún. Me voy, que tengo una lista de palabras que no me deja decir mi madre y voy a aprovechar.