Alfonso Ussía
Zaida
Zapatero –perdón, Sánchez–, ha concedido a Zaida Cantera, ex militar, el número 6 de la lista del PSOE por Madrid al Congreso de los Diputados. Ella, después de profundas reflexiones, ha aceptado. Zaida Cantera, oficial del Ejército, cumplidora, trabajadora y con un gran atractivo físico fue acosada sexualmente por un teniente coronel en 2008. En 2011 fue procesado, y en el mes de julio de aquel mismo año ascendido a coronel. Todo ello con un Gobierno socialista y una mujer al frente del Ministerio de Defensa, Carmen Chacón.
En 2012, con un Gobierno del Partido Popular, el coronel fue juzgado y condenado. Pero la ex militar arremete contra Morenés, y disculpa a Chacón, la ministra que ascendió a su acosador.
La vida nos depara muchas sorpresas.
Zaida Cantera quiere ser diputada para cambiar el sistema militar. Dice que la cúpula militar sigue funcionando como antes de la transición, lo cual es mentira. La Institución militar, y Zaida lo sabía con anterioridad a su ingreso en la Academia General Militar de Zaragoza, es una institución jerárquica. Y la cúpula, como ella dice, funciona como las cúpulas de las Fuerzas Armadas de Francia, el Reino Unido, Alemania, Holanda, los Estados Unidos de América y Rusia. Lo de la transición es una bobada.
Zaida sufrió en el Ejército el acoso de un militar, y todos los que tenemos a las Fuerzas Armadas como una institución modélica, lo lamentamos profundamente. Un caso aislado. Su situación la aprovechó una diputada de UPyD, inteligente y antimilitarista, para escribir un libro. No ha escrito ningún libro respecto a las miles de mujeres acosadas sexualmente en asociaciones o administraciones civiles. Irene Lozano también defendió al extraño oficial que de acosado pasó a acosador. No elige bien. Su entrevista biográfica en formato de libro se la encomendó a Máximo Pradera.
Zaida, fuera ya del Ejército, del que se separó voluntariamente, colaboró con «Podemos». Asegura que le encantaría ser ministra de Defensa para adecuar –quizá como en Venezuela–, las Fuerzas Armadas a las necesidades de la sociedad, reuniéndose con todas las capas y estratos militares y oír sus propuestas y necesidades. Es decir, un Ejército asambleario, que no existe ni en su Venezuela del alma, ni en cuba ni en Corea del Norte.
En ocho años, el PSOE que ahora abraza Zaida desde la fascinación reconocida por Sánchez, no cambió ni una coma de ninguna ley para la protección de la mujer que sufriera acoso sexual en el Ejército. Y Morenés, al que ella culpa de todo lo que le sucedió durante el mandato de Carmen Chacón, ha incluido en el código Penal Militar y la ley de Régimen Disciplinario, al acoso sexual como delito. Y simultáneamente, otra ley por la que se paraliza cualquier ascenso de un procesado por acoso sexual hasta que no exista sentencia. Para Zaida Cantera, el ascenso a coronel de su acosador, firmado por Carmen Chacón, no es responsabilidad de Carmen Chacón sino de un tal Pedro Morenés que por aquel tiempo no era ministro de Defensa ni se figuraba serlo.
Zaida Cantera, número 6 por Madrid del partido que ascendió a su acosador, sabe perfectamente que en las Fuerzas Armadas se respeta, valora y defiende a las mujeres hasta extremos ejemplares. Los militares son los últimos custodios del señorío en España. Y el señorío no es de derechas ni de izquierdas, ni anterior o posterior a la transición, como cree la nueva mujer política del PSOE. Zaida Cantera no sólo se ha abrazado a la mentira, sino a la fácil demagogia antimilitarista. Y con el respeto que me merece su pasado sufrimiento, le deseo lo mejor para su vida y una mayor capacidad para la reflexión. Vengarse de la institución militar por el acoso de un teniente coronel ascendido por el PSOE no merece otra respuesta que la educada indiferencia.
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