Elecciones generales

Abstención para otra aritmétrica electoral

La Razón
La RazónLa Razón

Abocados parece que sin remedio a la celebración de unas nuevas elecciones generales el 26 de junio, se mira a la demoscopia para encontrar respuestas sobre el escenario que nos aguarda. La corriente de opinión generalizada es que el mapa político no diferirá demasiado del que resultó tras el 20-D. Los estudios de intención de voto han recogido leves oscilaciones desde entonces. Y, sin embargo, el factor que puede alterar de manera más determinante la correlación de sufragios, y por ende de escaños, es la abstención. Según un estudio de NC Report, ésta alcanzaría el 35,8% del censo en la repetición electoral, 5,5 puntos más que el 20-D, y la mayor de las elecciones a Cortes en democracia. Más relevante aún es cómo se distribuiría entre los partidos esa presión abstencionista. El PP sería el partido que menos electores perdería a una distancia apreciable de PSOE, Podemos y Ciudadanos, con diferencias de entre casi tres y cuatro puntos. Por tanto, del hartazgo creciente de la ciudadanía por el colapso político saldrían peor parados los partidos que han sido responsables de ese bloqueo. Ese flujo de escaños resultaría suficiente para consolidar combinaciones de gobierno naturales con el PP como fuerza más votada. En principio, un nueva aritmética parlamentaria es probable, y ésta puede despejar el horizonte.