
Ayuntamiento de Madrid
Carmena, sin solución para Madrid

El gobierno de Manuel Carmena en Madrid vuelve a entrar en su enésima crisis provocada por la deslealtad política e ineptitud técnica de sus más inmediatos colaboradores. De otra manera no puede entenderse que el Ayuntamiento de la capital vuelva a paralizarse por las pugnas dentro de la coalición de Ahora Madrid. Carmena cesó ayer al concejal de Economía, Carlos Sánchez Mato, después de que éste anunciase que no votaría a favor del Plan Económico y Financiero (PEF) en el que se ajusta el techo de gasto, siguiendo los criterios del Gobierno basado en que de que la inversión pública no puede crecer más que el promedio de la economía. Después de haberlo firmado y aprobado por el consistorio. Se trata controlar el crecimiento desmesurado de gasto en épocas de bonanza con el fin de generar ahorros que permitan reducir la deuda generada en momentos de crisis. Pese a que el ex concejal de Economía firmó el ajuste, ahora se ha negado votar a favor en el pleno municipal. Más allá de que sea una incongruencia, se trata, de nuevo, de poner en entredicho la autoridad de la alcaldesa en una pugna permanente por hacerse con la mayoría de gobierno. La pelea viene de lejos y es una operación de desgaste que tuvo su punto de inflexión cuando el pasado 7 de noviembre el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, intervino las cuentas municipales, después de dos años de incumplimiento de la Ley de Estabilidad Financiera. Ahora Madrid –o la corriente en la que está encuadrado Sánchez Mato–, hizo bandera de una cuestión que le podía favorecer en un desafío en el que no hay más objetivo que hacerse con el control municipal. En estos momentos, el gobierno de Carmena está roto en varias corrientes: IU (3 concejales), Ganemos Madrid (3) y Madrid 129 (3). Estos tres últimos han amenazado con abandonar el gobierno, lo que dejaría a la alcaldesa en absoluta minoría, ya que sólo contaría con el apoyo de Podemos y los independientes. Como ejemplo de que se trata de una situación anormal e insostenible está el hecho de que el PEF fue aprobado ayer con los votos del PP, ya que seis concejales de Ahora Madrid se ausentaron, y ni siquiera contó con el apoyo del PSOE, que es su socio de gobierno. En estas condiciones es difícil, si no imposible, que Carmena pueda sacar adelante sus proyectos de cabecera, incluso que la gestión sobre cuestiones básicas como la limpieza haya mejorado. Es tal la rebelión de los concejales de Ahora Madrid, que la alcaldesa no puede ni cesarlos, como sería lo lógico, por este gesto de indisciplina y desautorización a su gestión. Desde que el 13 de junio de 2015 Manuela Carmena tomase posesión como alcaldesa, su mandato ha sido un continuo sobresalto marcado por unos concejales que se empeñan en trabajar en las instituciones como unos antisistema inmaduros e irresponsables. Sobran ejemplos. Primero, con la elección de un concejal como Guillermo Zapata que alardea de un antisemitismo inaceptable; más tarde nombrando al frente de la política cultural de Madrid a alguien tan sectario e intolerante como Celia Mayer, que ha llevado la crisis teatral a una ciudad históricamente volcada en la escena –lo que le provocó su cese–; y ahora, por último, las provocaciones de Sánchez Mato. La gestión de Carmena es víctima de una doble pinza: la que ejerce ella misma y la del partido que la «apoya». Por un lado, está un grupo como Ahora Madrid, extremista e incapaz de entender que debe gobernar para todos los madrileños; por otro, la incongruencia de la propia alcaldesa, empeñada en sacar adelante proyectos como el de la peatonalización de la Gran Vía guiándose más por prejuicios ideológicos que buenas razones.
✕
Accede a tu cuenta para comentar