Ahora Madrid

El Madrid inhóspito de Carmena

La Razón
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La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha tardado poco más de un año en dejar la capital de España casi irreconocible. Llegó al Ayuntamiento en junio de 2015 haciendo gala de un «buenismo» infantil que no permitía albergar grandes esperanzas y, desgraciadamente, los peores presagios se han cumplido. El resultado de su pésima gestión y la de su equipo está a la vista de todos. De los madrileños y de los millones de turistas que visitan la ciudad cada año y se topan con la desagradable visión de calles repletas de suciedad y de basura, de grafitis por las paredes, de excrementos de perros sin recoger, de señales en mal estado que ponen en riesgo la seguridad vial, de instalaciones deportivas con grandes destrozos... La lista de despropósitos es interminable y las quejas de los ciudadanos no paran de aumentar. La última negligencia, tal y como publica hoy LA RAZÓN, tiene que ver con los llamados «manteros», a los que está dejando campar a sus anchas, siguiendo el ejemplo de su homóloga de Barcelona, Ada Colau. Haría bien Carmena en recordar lo que dijo cuando tomó posesión: que escucharía a los madrileños. Y es que lo mínimo que puede exigirse a la alcaldesa es que mantenga el espacio en el que convivimos todos al mismo nivel que lo encontró.