Crisis migratoria en Europa

Europa ante el Día Mundial del Refugiado

La Razón
La RazónLa Razón

La conmemoración del Día Mundial del Refugiado no puede llegar en mejor momento para la reflexión y la autocrítica. En el mundo ya son más de 50 millones las personas que se han visto obligadas a dejar sus hogares huyendo de la guerra y la persecución, un drama humanitario que el conflicto de Siria ha traído al mismo corazón de Europa. La pésima gestión de la crisis por parte de la UE y el vergonzante acuerdo con Turquía a cambio de 6.000 millones de euros y otras prebendas para «externalizar» el problema (eufemismo de «trabajo sucio») son sabidas. Sin embargo, conviene recordar que el pacto no ha solucionado nada. El miedo a vivir bajo el control del Estado Islámico es mayor que la incertidumbre que presenta la huida. Los inmigrantes siguen tratando de llegar a Europa a través de otras rutas y siguen dejándose la vida en el Mediterráneo. En 2015, 5.000 personas murieron en el mundo cruzando alguna frontera: 3.700 de ellas frente a las costas de Europa. Es hora de que la UE haga examen de conciencia, de que lo hagamos todos. No estar a la altura de los valores que alumbraron el proyecto comunitario le resta legitimidad. Quizá la decadencia del concepto de Europa, que tanto oxigena a populistas y nacionalistas, tenga mucho que ver con la tibieza mostrada a la hora de defender a los débiles.