La incertidumbre no debe gobernar España

El 13 de enero es clave. Ese día, con la constitución de las Cortes Generales, empezará a correr el reloj para todos los partidos políticos. En esa fecha se verá la responsabilidad de cada uno en la apuesta por la gobernabilidad de España. El Partido Popular, con Mariano Rajoy a la cabeza, deberá pedir la confianza del Congreso. A día de hoy, Moncloa y la dirección popular trabajan con la previsión de que Rajoy no conseguirá la mayoría simple en la segunda convocatoria. En esa coyuntura, se abrirá un nuevo proceso de negociación político que quedaría en manos del PSOE. Un panorama en el que Pedro Sánchez se topará de frente con la realidad de un partido que censura abiertamente cualquier pacto con los radicales de Podemos y en el que está en cuestión su propio liderazgo al frente de la formación. Así las cosas, la Ley establece un plazo de dos meses para convocar elecciones desde la primera votación en el Congreso. Sin embargo, no necesariamente se ha de mantener ese plazo. La incertidumbre, en un momento en que la economía comienza a dar sus frutos y el empleo crece, no es lo más indicado. El interés general no puede estar en negociaciones infinitas y conversaciones inacabables. La gobernabilidad de España deberá ser el objetivo de todos.