Los retos de la inteligencia artificial

Mañana abrirá su puertas en la Fira de Barcelona El Mobile World Congress 2017, uno de los grandes escaparates mundiales de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información. Pese a su nombre, el Congreso va mucho más allá del desarrollo de la telefonía móvil para adentrarse en los complejos campos de la inteligencia artificial, un salto científico hacia máquinas que aprenden por sí mismas a partir de algoritmos, que sin duda tendrá un impacto mayor en la vida cotidiana de las personas de lo que supuso el invento del motor de explosión. Y no se trata de futuros remotos, apenas imaginados, sino de una tecnología que comienza a despuntar desde ahora mismo y de la que conviene prevenirse en los efectos indeseados que toda transformación del paradigma científico y tecnológico trae consigo. Si en la Unión Europea ya se debate sobre la incidencia en el mundo laboral de los nuevos robots autónomos y de su consideración a efectos impositivos, hay muchas otras áreas, desde el Derecho a la Psicología, que tendrán que afrontar la revolución social que se anuncia. El futuro inmediato se presenta en Barcelona –que en esta edición recibe a más de 2.300 expositores de 140 países– y hay que recibirle con la esperanza del progreso imparable de la humanidad, pero con la cautela de quien conoce las flaquezas humanas.