Un héroe llamado Rafa Nadal, pierda o gane

Hay un antes y un después en el tenis español. Ese momento lo marca Rafa Nadal. Teníamos pruebas suficientes de su excelente juego, de su profesionalidad; también de su entrega y compañerismo, de su espíritu de equipo. Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro nos han vuelto a dar muestra de su pasta. De un carácter incombustible, peleón y competitivo. De un orgullo por defender los colores de España que le han convertido en protagonista de todo tipo de halagos y bromas ante su esfuerzo hercúleo por estar en todas las competiciones de Río en las que una raqueta pudiera estar presente. Allí estaba Nadal. Tras un oro que enfervorizó a toda España junto a su amigo Marc López, su ánimo y superación, el mismo que le hizo derrotar al brasileño Belucci, y le llevó ante el argentino Del Potro, no han dejado indiferente a nadie. Todo el país se hacía eco de su lucha por cada punto ante un contrincante en mejor estado físico, pues no había jugado, ni de lejos, lo que Rafa llevaba jugado. Agotado, Rafa fue vencido por el argentino, y luego no alcanzó la medalla de bronce ante Nishikori, pero todo el país le ha reconocido su gesta. Un «superhéroe» de oro olímpico, pero también un adalid que ha dado muestras, una y otra vez, de una honestidad personal inquebrantable.